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Marina Bay – Merlion Park
Salimos del Jardín Botánico y nos dirigimos a una parada de taxis que había delante de la entrada. Le indicamos al taxista que nos llevara a la zona de Marina Bay para hacernos alguna foto en el Parque de Merlion y, después, comer en algún restaurante cercano.
Una vez llegamos a Marina Bay, después de dar un paseo por la Bahía, nos decidimos por un restaurante en el que desde nuestra mesa teníamos las mejores vistas de la bahía de Singapur. Podíamos contemplar el Merlion a nuestros pies, el teatro Esplanade a la izquierda, con la forma de la fruta típica de Singapur, el durian.
Al otro lado de la bahía, teníamos enfrente, el moderno ArtScience Museum y, el gran Marina Bay Sands Hotel y su lujoso Centro Comercial The Shoppes.
Nada más terminar de comer, nos acercamos a la estatua del Merlion, el símbolo de Singapur. Nos estuvimos haciendo unas divertidas fotos de recuerdo haciendo que bebíamos del chorro de agua que sale por la boca de la famosa criatura. Es uno de los lugares más emblemáticos de Singapur en el que agolpan cientos de turistas haciéndose fotos con el símbolo de la ciudad.
Un lugar de interés que no nos queríamos perder era el Raffles Singapore Hotel. En nuestro camino hacia el hotel, pasamos por la National Gallery Singapore. Entramos al edificio y subimos a su maravillosa terraza desde la cuál se podía contemplar el montaje del recorrido del Gran Premio de Fórmula 1 que tendría lugar la semana siguiente.
Catedral de San Andrew
De camino hacia el Raffles Singapore Hotel, hicimos otra parada para ver la Catedral de San Andrew. Estaba cerrada, por lo que sólo pudimos hacer unas fotos de su maravillosa fachada.
Raffles Singapore Hotel
Cuando llegamos al Raffles Singapore Hotel nos dirigimos a ver su interior. Este hotel colonial de grandiosa fachada, se construyó en 1887, es un hotel de lujo en el que se encuentran algunos restaurantes de categoría. Se llama Raffles en recuerdo a Thomas Stamford Raffles, fundador de la ciudad.
Jardín Tropical
En el centro del hotel, pudimos descansar en un hermoso jardín de rasgos coloniales mezclados con una abundancia de plantas tropicales.
El jardín tenía una fuente en el centro y bancos para el descanso de los huéspedes y de los visitantes. Sentarse en uno de sus bancos, contemplando las bellísimas flores y oyendo el agua de la fuente, era como estar en un pequeño paraíso, un remanso de paz en el corazón de la bulliciosa ciudad de Singapur.
Coctel Singapore Sling
En el hotel, también había tiendas de moda y de regalos, bares, un museo y un teatro. En 1915, en el Long Bar del hotel se inventó el cóctel Singapore Sling a base de ginebra, piña, cereza y jugo de lima. Los carteles que anuncian el cóctel dentro del hotel son muy numerosos y singulares.
Clarke Quay
Salimos del edificio y, cogimos un taxi que nos trasladó hasta nuestro hotel a descansar un poco y a arreglarnos para salir a disfrutar de la que era nuestra última noche en Singapur.
En esta ocasión, decidimos ir a Clarke Quay, una zona de restaurantes, bares de copas, y muchas atracciones para los turistas de la que os hablé en la primera parte del relato de nuestro viaje a Singapur (Viaje a Singapur en 8 días: Primera Parte).
En primer lugar, dimos una vuelta para explorar la zona y elegir el restaurante en el que cenaríamos más tarde.
Después, pasamos por la atracción GX5 Extreme Swing, a la que habíamos echado el ojo el primer día que estuvimos por la zona. «El tirachinas», como le llamábamos nosotros, consistía en que uno se sienta dentro de una especie de bola que sube hasta una altura considerable, y, una vez arriba, se lanza hacia abajo. La sensación que tuvimos grabando en video desde abajo fue muy fuerte, la bola iba a más de 120 kph y a 40 metros de caída libre.
La gente que pasaba por allí, se quedaba mirando la atracción que se balanceaba de arriba hacia abajo, hasta que iba perdiendo fuerza y se detenía en el lugar en el que había comenzado.
Restaurante Octapas
Al final, elegimos para cenar el Restaurante Octapas, en el que se podían tomar tapas de estilo español. Durante la cena, un grupo de música cantando en directo amenizaba la velada. Había muy buen ambiente y lo pasamos fenomenal, fue un verdadero fin de fiesta para la última noche de nuestro viaje a Singapur.
Riverside Point
Se nos hizo tarde, y como estábamos cerca del hotel, nos fuimos caminando paseando por zona del Riverside Point, complejo de oficinas, tiendas y restaurantes situado en un edificio en la orilla del Singapore River, casi justo enfrente de Clarke Quay.
Atravesamos el Alkaff Bridge, puente multicoloreado, pintado por el artista filipino Pacita Abad, que no te puedes perder si paseas por la orilla del Singapore River en el Robertson Quay.
Ruta día 7
Día 8
Últimas horas de nuestro viaje a Singapur
Nos levantamos pronto para bajar a desayunar temprano. Después, estuvimos terminando de hacer las maletas ya que a las 12:00 teníamos que dejar la habitación.
Hicimos el check-out y dejamos las maletas en recepción para que nos las guardaran hasta que fuera la hora de coger un taxi que nos llevara al aeropuerto por la tarde.
OCBC Skyway – Supertree Grove
Nuestro plan para esta mañana era ir a la zona de los Supertrees, a subir a una pasarela que los conectaba, la OCBC Skyway.
Desde allí las vistas eran increíbles, y pudimos hacer numerosas fotografías desde las alturas de los Supertrees y del maravilloso jardín en el que se encontraban, el Supertree Grove. Desde la pasarela teníamos una visión diurna de la Skyflyer, del skyline de la ciudad, y del Marina Bay Sands Hotel. Para más información sobre esta atracción turística (horarios, precios, etc) visitad nuestra publicación «Las 8 Mejores Cosas que ver en Singapur«.
Centro Comercial The Shoppes
Bajamos de la pasarela y nos dirigimos al Centro Comercial The Shoppes, cuando de repente, se puso a llover como si no hubiera un mañana. Menos mal que estábamos dentro y no nos mojamos. En el centro comercial había una singular fuente que recogía agua del exterior, en la que se puede apreciar la cantidad de agua que caía.
Fuimos a comer otra vez a DC Superheroes Café. Lo mejor de todo fueron los postres.
Cuando acabamos de comer, nos fuimos al hotel a recoger las maletas y nos dirigimos al aeropuerto en un taxi llegando con tiempo suficiente para hacer el check-in.
De vuelta, volvimos a hacer escala en Abu Dhabi. Desde allí salimos con dirección a Madrid, llegando a las 9:00 del día siguiente, poniendo fin a nuestro maravilloso viaje a Singapur y Malasia.
¿Os ha gustado esta segunda parte de nuestro viaje a Singapur? Espero que sí. Quiero deciros que me sorprendió mucho la amabilidad de su gente, su diversidad cultural. Me llamó la atención la gran armonía que hay en toda la ciudad entre la arquitectura clásica y la moderna. Es una ciudad que tiene muchas atracciones para los turistas.
Para mí ha sido uno de los viajes en los que más he disfrutado, fue inolvidable. Os lo recomiendo muchísimo. ¡Singapur no os defraudará!.
¡Un saludo viajeros! ¡Nos encontramos en el próximo viaje! ¡Hasta pronto!